Es posible que su equipo ya utilice herramientas de atención al cliente que automatizan algunas tareas y procesos. Son pocos los equipos de soporte al cliente que siguen utilizando procesos completamente manuales para gestionar las consultas de los clientes. Un equipo eficiente utiliza soluciones, como los siguientes ejemplos de software de atención al cliente.
Software CRM
El software de Gestión de las relaciones con los clientes (CRM) permite a las empresas documentar las interacciones con los clientes. Por ejemplo, un equipo de atención al cliente puede utilizar una solución CRM para personalizar las interacciones o ahorrar tiempo consultando el historial del cliente. Con este software también se puede realizar un seguimiento del tiempo transcurrido entre las interacciones de atención al cliente y recordar a los agentes o al equipo de ventas cuándo es el momento de volver a ponerse en contacto.
Software de servicio de asistencia
El software de servicio de asistencia, o sistema de emisión de tickets de software de soporte al cliente, permite a los clientes abrir tickets para solicitar servicio o soporte. Ofrece a los equipos de soporte al cliente una forma eficaz de priorizar las solicitudes, asignarlas a representantes o agentes y realizar un seguimiento del progreso hasta que se resuelven los problemas.
Software de supervisión social
Los sistemas de gestión de la reputación, como el software de supervisión social, automatizan el seguimiento de los comentarios en plataformas de redes sociales y sitios de reseñas. Los datos que recopilan estos sistemas permiten a las empresas hacer un seguimiento de lo que los clientes dicen de ellas, responder a las quejas, reducir la pérdida de clientes y maximizar el valor del ciclo de vida del cliente.
Software de soporte por chat en directo
Quizá el tipo de solución más comúnmente asociado con el servicio automatizado de atención al cliente sea el software de soporte por chat en directo, el cual permite al cliente utilizar un bot de chat para encontrar las respuestas a sus preguntas y, cuando sea necesario, transferir las interacciones a un agente humano para abordar cuestiones más complejas.