Hay tres grandes razones que escucho de los gerentes. Una es el miedo. "Me preocupa que mis agentes hagan demasiadas cortesías, o que los clientes se aprovechen".
La siguiente es el tiempo. Lleva mucho tiempo capacitar y empoderar a los agentes de atención al cliente, al menos al principio. Se ahorran ese tiempo en el otro extremo, pero muchas veces creen no tener tiempo para invertir en enseñarles exactamente lo que tienen que hacer.
El tercero es la coherencia. Especialmente en las grandes organizaciones, si cada agente hace las cosas a su manera, es difícil crear un nivel de servicio coherente.
Pero aquí está la sorpresa. He hablado con muchos formadores de centros de contacto que me dicen que no forman a sus agentes para que estén empoderados. Como reto, mire cómo está formando a sus agentes. Probablemente se centre en cómo utilizar los distintos sistemas, políticas y procedimientos, y en el flujo de una llamada telefónica, un chat o un correo electrónico. Pero ninguno de estos aspectos ayuda a los agentes a comprender cómo es un gran servicio desde la perspectiva de nuestro cliente.