¿Qué pasaría si no hubiéramos tenido videocomunicaciones en los últimos dos años? ¿Se imagina que solo hiciéramos llamadas telefónicas, conferencias telefónicas, que no viéramos a la gente, que viviéramos en un mundo casi o totalmente aislado?
Por suerte, pudimos tener conexiones cara a cara cuando la gente no podía trabajar, aprender, socializar ni celebrar de forma presencial. Pudimos ver a las personas sonreír, mover la cabeza, asentir con un gesto... estas señales no verbales son esenciales en toda comunicación.
«El vídeo es la nueva voz» es en la actualidad una frase que jóvenes y mayores de todo el planeta entienden. El vídeo sin dudas ha cambiado las cosas. El teletrabajo es ahora una forma habitual de trabajar. La educación a distancia está más disponible y es más fiable. Nadie se sorprende al recibir una invitación de cumpleaños por Zoom. Quizás un cambio aún más notable es cómo el vídeo y otros servicios en la nube han ayudado a promover un estándar más alto de innovación en todos los sectores.
Entonces, ¿qué sigue?
La respuesta es fácil: el vídeo seguirá transformando la plantilla y las experiencias en todos los sectores, ya sea el comercio minorista, los servicios financieros, la atención médica, la educación, los seguros, los servicios de emergencia... todos los sectores se verán influidos. Pero esta nueva era del vídeo también desplazará las viejas nociones de cómo pueden ser los negocios, la educación y la sociedad, y creará nuevas posibilidades tanto personales como profesionales.
A continuación, se mencionan algunas grandes ideas que tenemos en el horizonte para 2022 y después.