Aunque la COVID-19 forzó una evolución en los procesos tradicionales del sector público, la experiencia demostró que el trabajo gubernamental totalmente a distancia no solo es posible, sino que en parte ha mejorado gracias a ello. Por ejemplo, las reuniones comunitarias virtuales e híbridas han demostrado ser más inclusivas y contribuyen a hacer oír las voces de muchos ciudadanos que anteriormente estaban silenciados. Los organismos gubernamentales han visto cómo este aspecto digital ayuda a mejorar la divulgación y el compromiso.
Ahora, cuando los gobiernos nacionales y locales intentan volver a las oficinas en cierta medida, están examinando qué procesos pueden —y deben— seguir haciéndose de forma virtual, o al menos con una combinación de elementos presenciales y remotos.
Para permitir este nivel de flexibilidad, los organismos nacionales y locales están implementando soluciones para agilizar y proteger sus funciones y comunicaciones decisivas.
Ahí es donde entra en escena Zoom Phone.