Construcción de un campus conectado en Kellett School en Hong Kong

Kellett School, un colegio internacional británico de Hong Kong, desarrolló un modelo de aprendizaje interactivo en casa con el apoyo de Zoom durante la pandemia de la COVID-19.

Kellett School
Logotipo de Kellet School
Tamaño de la empresa:

50-999 empleados

Fundación:

1976

Sede:

Hong Kong

Sector:

Educación

Desafíos:

Realizar una transición rápida al aprendizaje a distancia durante la COVID-19, creando una experiencia de aprendizaje a distancia eficaz para los alumnos más jóvenes

Ventajas:

Capacidad de transición rápida a un modelo de aprendizaje remoto, capacidad de recrear la experiencia de aprendizaje presencial en un espacio digital, más oportunidades de desarrollo profesional

Productos utilizados

Jacquie Hills es subdirectora de la principal escuela internacional británica, Kellett School, en Hong Kong. Su sentido de la aventura la llevó hasta allí: «Siempre me ha gustado viajar», dice Hills, que creció en el Reino Unido, Oriente Medio y las Antillas.

 

Llegó a Hong Kong en 2007 y rápidamente asumió el reto de hacer crecer la escuela superior. Ese reto se ha hecho muchísimo más difícil recientemente con la COVID-19. «Estar conectado nunca ha sido tan importante», explica Hills, que cree con firmeza en la conectividad como motor del éxito. Esta necesidad de conectividad ha generado a una asociación con Zoom Video Communications, que ha dado lugar a que la Kellett School esté bien preparada para el aprendizaje remoto a raíz de la COVID-19.

Una historia de dos campus

En 2007, la Kellett School, situada en la Pok Fu Lam Senior School de la isla de Hong Kong, tenía 13 alumnos. «He tenido la suerte de hacer crecer algo desde el principio», comentó Hills. «Eso rara vez sucede».

 

En poco tiempo, una comunidad diversa de alumnos circulaba por la recién creada escuela secundaria. Sin embargo, el edificio no era lo suficientemente grande, por lo que Kellett construyó un campus diseñado para albergar tanto la escuela primaria como la secundaria, al tiempo que mantenía el otro campus de primaria en Pok Fu Lam.

 

Kellett se estaba convirtiendo en un centro educativo de excelencia que dependía de su capacidad para ofrecer una experiencia de aprendizaje uniforme. Zoom se ha convertido en la forma de celebrar reuniones periódicas de administración y de conectar las escuelas a través del agua.

Divididos por una pandemia

Cuando la pandemia se afianzó, el Departamento de Educación de Hong Kong cerró todas las escuelas durante las celebraciones del Año Nuevo chino. La escuela no tuvo más remedio que adaptarse rápidamente al aprendizaje en casa. «No se trata simplemente de trasladar todo a la red», explicó Laufer. «Relacionarse con los alumnos de forma remota, sobre todo con los más jóvenes, requiere una enorme habilidad. Gran parte del plan de estudios de los primeros años es práctico, se apoya en objetos que los niños pueden tocar».

Recreación de las aulas en línea

En poco tiempo, Kellett School había desarrollado un modelo de aprendizaje interactivo en casa con el apoyo de Zoom, con la intención de recrear las condiciones de la clase con la mayor fidelidad posible. Los paquetes de aprendizaje se enviaban a los hogares de los alumnos con libros de texto, cuadernos de ejercicios y material didáctico como lápices de colores y transportadores. «Saber que todos los alumnos tienen el mismo material nos ayuda a enseñar de forma uniforme», afirmó Laufer.

 

Al principio, la escuela superior daba a los alumnos la opción de dejar la cámara apagada si se sentían más cómodos. Sin embargo, los docentes descubrieron que ver físicamente a los alumnos aumenta de manera radical la participación. «Además, hemos visto que nuestros alumnos menos locuaces empiezan a salir de su caparazón», afirmó Hills.

 

Los controles centralizados de Zoom ofrecen a los profesores la posibilidad de silenciar a los alumnos para evitar la distracción del ruido de fondo o de apagar las cámaras individuales para centrar la atención de los alumnos.

 

Muchos docentes también han empezado a adaptar Zoom a sus propios métodos de «aprendizaje en directo». «Cuando entré en un aula, me encontré con que el docente había dejado Zoom abierto para preguntas durante el tiempo de trabajo independiente y toda la clase estaba tarareando una melodía. La sensación de conexión era impresionante», comentó Hills.

 

Las salas para grupos pequeños se han convertido en una de las características favoritas de Zoom, que permite a los docentes asignar a los alumnos a pequeños grupos virtuales para realizar actividades en equipo como si estuvieran en la misma sala.

 

Las salas de espera de Zoom también son una característica muy popular. Esto evita que los asistentes no autorizados se cuelen en las clases y crea un entorno seguro. «También significa que si un alumno llega tarde, el docente puede esperar un momento adecuado para dejarlo entrar», señaló Laufer.

Extensión del vídeo fuera del aula

Con el modelo de aprendizaje remoto funcionando de forma eficiente, la escuela se planteó el desafío de pensar en nuevas formas de aplicar un modelo remoto para enriquecer la trayectoria de los profesores. A Laufer le gusta dejar de verse limitada por la ubicación a la hora de encontrar oportunidades de desarrollo personal para su equipo. «Tengo algunos miembros del equipo que asisten a un fantástico curso en Australia que no está disponible en Hong Kong», comentó.

 

Kellett organizó la primera Noche de puertas abiertas de la escuela superior virtual para acercar a los padres a su cultura de telecomunicaciones, y les ofreció la posibilidad de inscribirse en sesiones interactivas en línea a cargo de miembros del equipo superior.

Un futuro híbrido

El impacto positivo en el sistema de la Kellett School ha inspirado a Hills a considerar un futuro de aprendizaje «combinado», en el que la enseñanza en el aula se complementa con actividades basadas en vídeos. «Esto nos permite aprovechar la mayor variedad de oportunidades de aprendizaje que ofrece Zoom, de modo que el plan de estudios se retiene y se aplica en lugar de recibirse pasivamente».

 

Su hijo, que tenía dos años al comienzo de esta aventura, tiene ahora dieciséis. «Ha tenido un recorrido increíble y conectado a través de la escuela», comentó Hills. «Estoy decidida a que así sea para todos y cada uno de nuestros alumnos durante muchos años».

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