Lo que empezó como un boletín de inversiones escrito por los hermanos David y Tom Gardner en 1993 se ha convertido en una empresa de servicios financieros reconocida internacionalmente con un grupo de seguidores fanáticos conocidos como «Fools». Con sede en Alexandria (Virginia), The Motley Fool tiene oficinas en Denver (Colorado) y Sídney (Australia), y también presta servicios a clientes en el Reino Unido, Canadá, Hong Kong y Alemania con noticias regionales y análisis de mercado.
Impulsado por el propósito de hacer al mundo más inteligente, más feliz y más rico, The Motley Fool ha construido su éxito proporcionando a sus clientes análisis minuciosos y opiniones inteligentes sobre la inversión y el mercado de valores. Para ello, es necesario contar con una sólida infraestructura de comunicaciones que permita la colaboración y la comunicación constantes entre las oficinas y los empleados de todo el mundo.
Falta de uniformidad en las plataformas, el hardware y los dispositivos
The Motley Fool cuenta con más de 600 empleados que trabajan en sus oficinas en los Estados Unidos y en el extranjero, y su éxito depende de que estos empleados colaboren estrechamente para ofrecer un análisis bursátil relevante y preciso a distintos mercados. Aunque The Motley Fool tenía una solución de comunicaciones tradicional, se había vuelto demasiado difícil de administrar, y los equipos de The Motley Fool estaban utilizando una colección de herramientas dispares para comunicarse.
«Anteriormente usábamos Cisco, que funcionaba, y en general nos gustaba», comentó Lawrence Morrisson, responsable de TI de The Motley Fool. «Sin embargo, era bastante caro y difícil de administrar. También teníamos otros empleados que utilizaban soluciones como Skype y GoToMeeting, lo que hacía que la gente utilizara diferentes hardware y dispositivos. No había uniformidad, lo que era un verdadero dolor de cabeza».
Los equipos de TI de The Motley Fool también buscaban una alternativa a su solución de telefonía, que requería un hardware costoso, un software complicado y una importante infraestructura local para brindar soporte a todo. Pero The Motley Fool no quería seguir dando soporte a múltiples infraestructuras y, en su lugar, buscaba consolidar su pila tecnológica.
«Teníamos una gran infraestructura de Cisco aquí», dijo Morrisson. «Teníamos circuitos exclusivos en el edificio, troncales para líneas SIP y teléfonos de escritorio, así como el producto de centro de llamadas de Cisco para ejecutarlo todo, lo cual era bastante difícil de administrar».
Esta falta de uniformidad y la administración intensiva de la infraestructura dificultaron el soporte de las comunicaciones, lo que aumentó la carga para los equipos de TI y complicó la colaboración entre las oficinas.
«Queríamos simplificar nuestra pila»
Morrisson estaba considerando otras soluciones de videoconferencia cuando una llamada telefónica del equipo de Ventas de Zoom despertó su interés.
"«En ese momento, estábamos tratando de solucionar el problema que teníamos con la uniformidad, por lo que estábamos considerando la plataforma Webex de Cisco», comentó Morrisson. «Pero Zoom nos llamó y nos ofreció una prueba gratuita, y como mis compañeros de trabajo y yo habíamos oído hablar de Zoom y sabíamos que era bastante popular, decidimos probarlo».
Después de experimentar la plataforma Zoom y su facilidad de uso, Morrisson implementó la solución de videoconferencia de Zoom en toda la organización. La flexibilidad de Zoom permitió a los empleados de The Motley Fool utilizar la solución en una amplia gama de hardware, y su interfaz fácil de usar hizo que la implementación de la solución fuera sencilla.